"Además, yo siempre me
hago a la mar como marinero porque se empeñan en pagarme por la molestia; mientras,
que yo sepa, jamás pagan un solo penique a los pasajeros. Al contrario, los
propios pasajeros tienen que pagar. Y entra pagar y que le paguen a uno, hay la
mayor diferencia de este mundo. El acto de pagar es quizás la aflicción más incómoda
que nos legaran aquellos 2 ladrones del frutal. Pero que le paguen a uno, ¿Qué
se puede comparar con eso? Es realmente maravillosa la cortes premura con que
un hombre recibe dinero, si se considera que creemos en serio que el dinero es
la raíz de todos los males terrenales, y que de ningún modo puede entrar al
Cielo un hombre adinerado. ¡Ah, que alegremente nos entregamos a la perdición!"
Herman melville, Moby Dick